domingo, 16 de mayo de 2010

Catwoman contra el maquillaje

Catwoman es una película mala, muy mala. Se mire por donde se mire. No tengo ni idea sobre el personaje de cómic original, pero tengo entendido que en su versión cinematográfica no se respeta nada de éste, ni su nombre.

No sabría por dónde empezar a hablar de Catwoman. Quizás por su absurdo guión, seguramente escrito en el baño, tan irrisorio que finalmente acabas por plantearte si de verdad han pagado a alguien por él. Seguramente a esta impresión contribuya un fenómeno común en la mayoría de películas de superhéroes que he visto: más de la mitad del metraje se centra en el origen del personaje, por lo que la trama central del filme queda notablemente deslucida, con poco contenido y resuelta con prisas. Otras perlas que incluye esta débil historia son los excesivos y feos efectos especiales, o las pésimas actuaciones de las renombradas actrices protagonistas, añadidas a la presencia de unos secundarios totalmente prescindibles.

Volviendo a la trama, parece que el guión les pareció tan vergonzoso que intentaron colar una especie de discurso feminista para dignificarlo. Lo que ocurre es que, como se dice en catalán, d'on no n'hi ha no en raja, lo que significa que este discurso está trazado de una manera tan simplista y obvia que acaba empeorando el resultado final. Y en el caso de que no fuera así, si este intento de feminismo no fuera fallido desde su base, el discurso se desmorona en el momento en que aparece la buenorra de Halle Berry contoneándose y mostrando chicha. Lo que, para concluir, hay que admitir que es lo único aceptable que podréis ver en este churro de película.

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