Después de un verano prácticamente desconectado de la televisión, aunque siempre atento a la programación por si hubiera algún filme de mi interés(como ocurrió efectivamente con Little Children, Cowboy de medianoche o Solo ante el peligro) pretendo volver a publicar comentarios y opiniones de forma más o menos asidua en este espacio, aunque estoy seguro de que nadie había notado mi ausencia. Precisamente la mencionada atención a la parrilla televisiva me hizo recordar ayer, al ver que echaban La Semilla del Diablo en la cadena catalana 8Tv, un post que tenía en mente cuando vi la película hace poquísimos meses y que no se llegó a materializar.
El hecho de que la mayoría de nosotros(me refiero a un "nosotros" de carácter territorial) no seamos capaces de entender con fluidez la lengua inglesa hace que en la mayoría de cines y cadenas de televisión nos lleguen las películas de habla no hispana dobladas al castellano o catalán. Esto no es algo necesariamente malo, pues el trabajo de traducción y doblaje suele ser bastante correcto en los mejores de los casos. Pero en otros casos alguna de estas dos partes de adaptación falla por algún extraño motivo. Sólo hay que ver This is England doblada al castellano para comprobar cómo un mal doblaje puede quitarle la gracia a una película decente. En otros casos los fallos son de traducción, pero la mayoría de las veces no los detectamos. En otras ocasiones, sobre todo en la adaptación de títulos cinematográficos, nos damos cuenta que, ya sea por fines comerciales o estéticos, la traducción no se corresponde exactamente o ni siquiera remotamente con el título original.
¿A qué viene todo esto? En el peor de los casos de estos últimos errores, los fallos deliberados de traducción del título de una película pueden ser completamente inadecuados. El mejor ejemplo es la mencionada La Semilla del Diablo, cuyo título original es Rosemary's Baby. Como puede apreciarse a simple vista, nada que ver el título adaptado con el original.
Rosemary's Baby, obra maestra de Roman Polanski estrenada en 1968, gira en torno al embarazo de Rosemary poco después de mudarse con su marido a un lujoso apartamento en un edificio legendario por las oscuras historias que esconden sus paredes. Pronto Rosemary se da cuenta de que algo no va bien en su embarazo, y la extraña actitud de su distante marido, sus excéntricos y ancianos vecinos y su sospechoso ginecólogo y su insistente empeño por hacerle creer que todo va bien confirman sus peores sospechas, provocadas a su vez por un sueño en el que la mujer hace el amor con un extraño y espantoso ser.
Pronto se sugiere al espectador que, en efecto, Rosemary puede estar embarazada del mismísimo demonio. Y aquí es donde el funesto título castellano nos juega una mala pasada. Hasta el final, hasta la última escena, nunca queda claro si Rosemary alberga realmente en su interior al vástago del demonio o sólo se trata de la fantasía chalada de sus satánicos vecinos. Aunque se insinúa la respuesta, nunca se sabe del cierto hasta llegar al fin. Pero no hay que preocuparse, pues para solucionar este problema está el título nefastamente traducido, ideado por el verdadero hijo de Satanás, que nos despeja toda duda antes incluso de empezar a visionar esta magnífica obra.
El hecho de que la mayoría de nosotros(me refiero a un "nosotros" de carácter territorial) no seamos capaces de entender con fluidez la lengua inglesa hace que en la mayoría de cines y cadenas de televisión nos lleguen las películas de habla no hispana dobladas al castellano o catalán. Esto no es algo necesariamente malo, pues el trabajo de traducción y doblaje suele ser bastante correcto en los mejores de los casos. Pero en otros casos alguna de estas dos partes de adaptación falla por algún extraño motivo. Sólo hay que ver This is England doblada al castellano para comprobar cómo un mal doblaje puede quitarle la gracia a una película decente. En otros casos los fallos son de traducción, pero la mayoría de las veces no los detectamos. En otras ocasiones, sobre todo en la adaptación de títulos cinematográficos, nos damos cuenta que, ya sea por fines comerciales o estéticos, la traducción no se corresponde exactamente o ni siquiera remotamente con el título original.
¿A qué viene todo esto? En el peor de los casos de estos últimos errores, los fallos deliberados de traducción del título de una película pueden ser completamente inadecuados. El mejor ejemplo es la mencionada La Semilla del Diablo, cuyo título original es Rosemary's Baby. Como puede apreciarse a simple vista, nada que ver el título adaptado con el original.
Rosemary's Baby, obra maestra de Roman Polanski estrenada en 1968, gira en torno al embarazo de Rosemary poco después de mudarse con su marido a un lujoso apartamento en un edificio legendario por las oscuras historias que esconden sus paredes. Pronto Rosemary se da cuenta de que algo no va bien en su embarazo, y la extraña actitud de su distante marido, sus excéntricos y ancianos vecinos y su sospechoso ginecólogo y su insistente empeño por hacerle creer que todo va bien confirman sus peores sospechas, provocadas a su vez por un sueño en el que la mujer hace el amor con un extraño y espantoso ser.
Pronto se sugiere al espectador que, en efecto, Rosemary puede estar embarazada del mismísimo demonio. Y aquí es donde el funesto título castellano nos juega una mala pasada. Hasta el final, hasta la última escena, nunca queda claro si Rosemary alberga realmente en su interior al vástago del demonio o sólo se trata de la fantasía chalada de sus satánicos vecinos. Aunque se insinúa la respuesta, nunca se sabe del cierto hasta llegar al fin. Pero no hay que preocuparse, pues para solucionar este problema está el título nefastamente traducido, ideado por el verdadero hijo de Satanás, que nos despeja toda duda antes incluso de empezar a visionar esta magnífica obra.
Best ever seen.
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