miércoles, 26 de mayo de 2010

Perdidos (y 6)

Finalmente, después de oír/leer todo tipo de opiniones, he visto el final de la serie de moda. Hace un rato, no vayan a creer que fui tan patético como para levantarme a las 6 de la mañana, que a esas horas tengo cosas más importantes que hacer, como dormir.

Cuando escribí mi impresión acerca de la primera temporada de la serie, pensaba hacer lo propio con cada una de las cinco que faltaban. Sin embargo, la pereza y el hecho de verlas todas seguidas, sin pausa entre ellas, me hizo decidirme por valorar la serie en conjunto una vez terminada. Bien, pues la mayoría de lo que escribí entonces lo mantengo, con la excepción en lo que concierne a los personajes, pues muchos de ellos efectivamente evolucionan y dejan de ser prototipos, y aparecen algunos nuevos realmente interesantes (como es el caso de Benjamin Linus). Sin embargo, algunos de los caracteres me siguieron pareciendo tediosos.

A nivel global, y para el que no la conozca, hay que aclarar que la serie está planteada de manera que nunca se resuelve todo, simplemente porque no existen respuestas, se han creado misterios sin solución. Es todo una maniobra para captar la atención, para engancharnos, y desde luego lo consiguen. La táctica consiste en ir "solapando" misterios, de forma que continuamente se crean enigmas más inquietantes que hacen que el espectador se olvide de los anteriores. En el mejor de los casos, éstos acaban resolviéndose a medias, muchas veces de forma insatisfactoria. Por poner un par de ejemplos: ¿alguien sabe por qué las mujeres no pueden concebir descendencia en la isla? ¿de dónde proceden "los otros"?¿qué pinta la estatua en todo esto?

Sin embargo, empezando a ver la serie mucho tiempo después del inicio de su retransmisión, cuando concluyó la quinta temporada, es decir cuando el fenómeno ya estaba más que consolidado, uno se da cuenta de que no es una serie tan rebuenísima como había oído hablar. Sin esperas, sabiendo que aquello que empezaba iba a durar seis temporadas, es posible escapar de, por decirlo alguna forma, el “engaño” de sus guionistas, y valorar la serie por lo que realmente es, y no por lo que se puede pensar que es. Es más, cuando uno ve por donde van los tiros ya en la cuarta temporada, empieza a olerse la tostada de un supuesto final más que decepcionante para aquel que espere respuestas.

Acerca del final, no me ha parecido que desentonase con el conjunto de la serie. Después de las mediocres quinta y sexta temporadas, no lo imaginaba ni mejor ni peor. Sin embargo, después de estos días en que ha sido criticado, pues la verdad es que lo esperaba peor. Cierto que no ofrece explicaciones, tampoco las esperaba. Cierto también que se hace largo, tira demasiado de tópicos y en ocasiones peca de ñoño, pero nada que no se hubiera visto anteriormente. Todo acorde con la dinámica general desde que a los guionistas se les fue la castaña allá por la cuarta o quinta temporada, cuando quedó patente que aquello carecería de sentido y que lo estaban estirando como un chicle.

Por todo esto, no voy a recordar Perdidos como una serie fantástica(no me refiero al género) ni decepcionante, sino como una serie bastante entretenida y, eso sí, sobrevaloradísima.

domingo, 16 de mayo de 2010

Catwoman contra el maquillaje

Catwoman es una película mala, muy mala. Se mire por donde se mire. No tengo ni idea sobre el personaje de cómic original, pero tengo entendido que en su versión cinematográfica no se respeta nada de éste, ni su nombre.

No sabría por dónde empezar a hablar de Catwoman. Quizás por su absurdo guión, seguramente escrito en el baño, tan irrisorio que finalmente acabas por plantearte si de verdad han pagado a alguien por él. Seguramente a esta impresión contribuya un fenómeno común en la mayoría de películas de superhéroes que he visto: más de la mitad del metraje se centra en el origen del personaje, por lo que la trama central del filme queda notablemente deslucida, con poco contenido y resuelta con prisas. Otras perlas que incluye esta débil historia son los excesivos y feos efectos especiales, o las pésimas actuaciones de las renombradas actrices protagonistas, añadidas a la presencia de unos secundarios totalmente prescindibles.

Volviendo a la trama, parece que el guión les pareció tan vergonzoso que intentaron colar una especie de discurso feminista para dignificarlo. Lo que ocurre es que, como se dice en catalán, d'on no n'hi ha no en raja, lo que significa que este discurso está trazado de una manera tan simplista y obvia que acaba empeorando el resultado final. Y en el caso de que no fuera así, si este intento de feminismo no fuera fallido desde su base, el discurso se desmorona en el momento en que aparece la buenorra de Halle Berry contoneándose y mostrando chicha. Lo que, para concluir, hay que admitir que es lo único aceptable que podréis ver en este churro de película.