domingo, 9 de agosto de 2009

Váyase, señor González

Porque estoy harto de usted, porque no le soporto. Porque trabaja en una cadena de televisión que vive del morbo y la basura. Porque su programa nocturno es una mierda, por más que se empeñe en intentar hacernos creer lo contrario. Porque, además, pretende hacernos creer que su programa es serio y profundo, cuando sólo es tendencioso y sensacionalista. Porque se atreve a dar lecciones morales sin entidad suficiente. Porque anunció hace unos años que se retiraba y al cabo de nada volvió sin haberse marchado. Porque ama el dinero más que a su propia madre. Porque su cara me ofende. Porque cuando escucho su voz me invade un deseo irrefrenable de aplastar el televisor para no volver a oír los rebuznos que profiere con su hocico. Porque siempre que voy de vientre me acuerdo de usted. Porque ha logrado, junto a Mercedes Milà, convertirse en el personaje televisivo que más me repugna. Belén Estéban no cuenta porque no me parece correcto mofarse de personas con discapacidad psíquica. Porque con compatriotas como usted, en ocasiones me avergüenza ser catalán. Porque su ego y su prepotencia no conocen límites. Porque los que pensamos así somos legión. Porque si hace falta se lo pediré por favor. Por todo esto y por mil razones más, váyase, señor González, váyase.